El rearme de Alemania Federal fue un proceso complicado, pero vital durante la tensa calma que reinó en Europa después de la Segunda Guerra Mundial y esto lo podemos ver en la Luftwaffe la cual tuvo que ser prácticamente refundada.
Para los años 60, el arma todavía se encontraba recorriendo el tortuoso camino que representó la incorporación del Lockheed F-104 Starfighter cuando empezó a estudiar sus reemplazos. Este estudio tenía una particularidad y es que la aeronave debía ser VTOL.
Alemania Federal sabía que de estallar la Tercera Guerra mundial, su terreno iba a ser el campo de batalla de la misma por lo que todas sus bases aéreas iban a ser los principales y primeros objetivos; la ecuación era muy sencilla: sin las pistas de las bases aéreas, los cazas no pueden operar y sin cazas en el aire, la Luftwaffe no tendría mucho que hacer.
Por ese motivo el VTOL era necesario para el futuro caza alemán, esta tecnología permitía desplegar la aeronave desde cualquier lado sin necesidad de pistas. Esto llevó al desarrollo de dos programas: el caza interceptor EWR VJ-101C y el avión de ataque VAK 191.
Había un problema, los cazas requieren de aviones de transporte que apoyen su operación y los mismos, muchas veces también requieren de pistas; por lo que un transporte VTOL era sumamente necesario. Esa aeronave sería el Dornier Do-31, una aeronave sorprendente, y con una historia fascinante la cual es contada en el video que abre la entrada de hoy realizado por el siempre recomendable canal de YouTube: Mustard.
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