Visita al Hangar Museo Fundación Infante de Orleans (FIO)

El ingreso al Hangar Museo de la FIO en Cuatro Vientos. Fuente: No Barrel Rolls.

El año pasado, cubrimos una de las exhibiciones aéreas de la Fundación Infante de Orleans (FIO) en Cuatro Vientos, la primera después de las suspensión de actividades por la pandemia de COVID-19. Un evento que es de visita obligada a los entusiastas de los aviones clásicos.

Tras realizar la última exhibición antes del verano, la FIO se toma un receso y retoma las actividades en septiembre, dando la oportunidad a este blog de visitar su Hangar Museo.

A principios del mes de julio, fuimos recibidos por Darío Pozo, administrador y coordinador de la FIO; y por una de las joyas de la FIO, el Polikarpov I-16 (registro EC-JRK) representando al CM-249 "Seis Doble" la montura del As Republicano José María Bravo. Este "Mosca" fue construido en 1937 y descubierto abandonado en Karelia en 1992; tras ser restaurado volvió a volar en 1997 y finalmente sería adquirido por la fundación en 2006.

EC-JRK se encontraba en mantenimiento. Durante su restauración recibió un radial Shvetsov ASh-62, en lugar del M-25 original; detrás se puede ver el Dragon Rapide EC-AAY. Fuente: No Barrel Rolls.

Al lado del Polikarpov, se encuentra una aeronave única en España, el Miles Falcon Six EC-ACB; última aeronave veterana de la Guerra Civil. Tras ser descubierta en un garage; su restauración comenzó en España, cuando llegó el momento de trabajar en su célula fue llevada a Inglaterra; al mismo tiempo que su motor de Havilland Gipsy Six era adquirido en Argentina. Desde que volviera a volar en 1997, la aeronave participa casi siempre de los eventos de la FIO.

Miles Falcon Six m 3.6 fue fabricado en 1935 y voló hasta 1959 cuando su registro expiró.
Fuente: No Barrel Rolls.

Detrás del Miles, podemos ver al de Havilland DH.89 Dragon Rapide EC-AAY con la librera clásica de Iberia, rodeado por dos aeronaves verdaderamente únicas. Detrás de él, un planeador AISA PE 38 Schulgleiter de 1938 (exhibido de manera permanente en el techo del hangar) y delante, el famoso Comper Swift (EC-AAT) de 1929 similar al utilizado por Fernando Rein Loring en su vuelo desde Madrid a Manila en 1933. 

En la fotografía, se puede ver al Schulgleiter a la izquierda, el Dragon Rapide y el Swift. Salvo por el planeador, las otras dos aeronaves participan frecuentemente en las exposiciones aéreas de la FIO, un verdadero tributo a sus fabricantes y al cuidado de los voluntarios de la Fundación. Fuente: No Barrel Rolls.

Otra de las aeronaves que participan frecuentemente en los eventos de la FIO, es el Beech C-45 EC-ASJ, esta aeronave perteneció a la línea aérea SPANTAX, y al momento de la visita se encontraba en mantenimiento después de la última presentación. En el Museo Aeronáutico de Málaga, se encuentra un Beech 18, que imita a esta aeronave; pero el de la FIO es el auténtico. 

EC-ASJ salió de la línea de producción en 1942 como un AT-7 "Navigator" y convertido a C-45H en 1952. Su restauración comenzó en 1990 y no se completó hasta 2004. Fuente: No Barrel Rolls.

Junto al Beech, podemos ver el Stinson L-5E y el Bücker Bü 133; este último fue adquirido por el Aeroclub José Luis Aresti y más tarde por la FIO, formando parte de las exhibiciones desde 1992. Actualmente, la aeronave es piloteada por el hijo de José Luis, Felipe.

El Stinson L-5E junto al Bü 133. Ambas aeronaves actúan con frecuencia en los actos de la FIO. Fuente: No Barrel Rolls.

En el hangar se encuentran las aeronaves más antiguas dentro la colección, como el de Havilland DH.60 Moth (al haber sido fabricado en 1925, es el avión más viejo en vuelo), el Fleet 2 EC-EYD y el Boeing Stearman EC-FNM. 

de Havilland DH.60 Moth (arriba) y el Consolidated Fleet 2 (abajo), se puede ver detrás de ellos al Boeing Strearman Kaydet EC-FNM.  Fuente: No Barrel Rolls.

Adicionalmente a las aeronaves de este recorrido, el resto de la colección se encuentra almacenada en otro hangar, pero aún queda bastante para ver. Para empezar, el British Aircraft Eagle (registro G-AFAX) siendo uno de los dos ejemplares sobrevivientes de los 43 producidos en el mundo y el único con tren de aterrizaje fijo. Con una aeronave similar, pero con tren retráctil, Juan Ignacio Pombo realizó un vuelo en 1935 desde su Santander natal hasta Méjico.

British Aircraft Eagle G-AFAX. Fuente: No Barrel Rolls.

Detrás de él, podemos ver un Colomban MC-15 Cri Cri (donado a la FIO en 2016) que tiene pendiente una revisión completa, un Bücker Bü 131 en proceso de restauración y el Piper PA-20 Pacer EC-AGH "Virgen de Covadonga"; último avión de su tipo que aún se encuentra en vuelo en Europa.

Arriba, el diminuto Cri Cri, junto con el Pacer. Abajo, el Jungmann en proceso de restauración.
Fuente: No Barrel Rolls.

El último avión en exposición, es el British Aircraft Swallow II la cual gracias a sus alas largas y delgadas y su acabado en pintura brillante da esa impronta de elegancia que solo un avión inglés de los años 30 es capaz de dar. Gracias a las letras de su registro inglés G-AEVZ la aeronave es apodada como "El Gálvez" por los voluntarios de la FIO.

"El Gálvez" es uno de los tres ejemplares de su tipo que aún se encuentran en vuelo en el mundo.
Fuente: No Barrel Rolls.

Nuestra visita termina con una recorrida por las vitrinas que contienen el material histórico de la Fundación, desde uniformes que pertenecieron al Infante de Orleans pionero de la aviación española, hasta material más moderno como la cabina de un simulador de DC-9 que perteneció a Iberia, parte de un cockpit de F-4C y un simulador Link Trainer. También hallamos varios modelos en escala, pinturas, menciones y diplomas otorgadas a la FIO por su trabajo y mucha memorabilia aeronáutica que llevaba al visitante por un recorrido a través de la historia aeronáutica española y mundial.

Visitar el hangar de la FIO nos da la oportunidad de estar un momento con estas verdaderas joyas aeronáuticas, que siguen volando décadas después de haber salido de la línea de montaje (en el caso del Moth fabricado en 1925, ¡97 años!) y al mismo tiempo reconocer el esfuerzo y dedicación de todos los voluntarios y miembros de la FIO que con mucho afán las conservan para las nuevas generaciones. A ellos, nuestra admiración y profundo agradecimiento.

Nuevamente, quisiera agradecer a Darío Pozo por el recorrido y a la FIO por compartir sus tesoros con este blog. Si quieren mantenerse al tanto de las actividades de la fundación recuerden visitar su página web y sus perfiles en Facebook e Instagram.

El hangar cuenta con varias vitrinas llenas de objetos de alto valor histórico. Fuente: No Barrel Rolls.