En su novela "Starship Troopers" de 1959, el autor Robert A. Heinlein describe una distopía donde el mundo es gobernado por una élite militar llamada "Terran Federation" la cual está en guerra con una especie alienígena en un planeta distante. La punta de lanza de esta ofensiva, es la "Mobile Infantry" una unidad terrestre que se despliega por medio de naves espaciales desde orbita.
Quizás Heinlein no los sabía, pero un año antes de la publicación de su obra, el Ejército de los EEUU estaba trabajando exactamente en este concepto, denominado "Army Missile Transport Program" que planteaba utilizar el misil balístico PGM-11 Redstone como un medio de transporte de tropas; en otras palabras, los verdaderos "Starship Troopers".
Gracias a la operación Paperclip, el Ejército de los EEUU consiguió algo mucho más valioso que la información técnica del programa V-2 alemán, los ingenieros que lo desarrollaron, encabezados por el Dr. Werner von Braun.
Tras arribar a los EEUU a principios de los 50, von Braun y sus ingenieros comenzaron a trabajar para el Army Ballistic Missile Agency (Agencia de Misiles Balísticos del Ejército en castellano o ABMA por sus siglas en inglés), la cual tenía su sede en el Arsenal Redstone en Huntsville, Alabama.
A este grupo se le encomendó una tarea muy sencilla, continuar el desarrollo del V-2 con el fin de obtener un misil balístico capaz de portar una ojiva atómica y con alcance suficiente para atacar blancos en la URSS. Para el Ejército, los misiles balísticos eran una nueva clase de artillería prefiriendo su despliegue de manera táctica desde unidades móviles en el campo de batalla, por lo que la movilidad y una ojiva de relativo bajo poder eran esenciales.
Esta postura no caía muy bien dentro de la recientemente independizada USAF la cual tenía bajo su responsabilidad el programa de misiles balísticos intercontinentales o ICBM, siendo estos medios estratégicos con una potencia suficiente para vaporizar rápidamente la infraestructura y capacidad bélica la Unión Soviética. Además, y al igual que el programa de cazas tácticos del Ejército, la USAF tenía una postura intransigente de que todos los medios aéreos, incluido los misiles balísticos independientemente de su alcance, eran su responsabilidad.
Instantánea del lanzamiento del CC-56, una versión de investigación y desarrollo Redstone en septiembre de 1958 desde el Atlantic Missile Range (AMR) en Cabo Cañaveral, Florida. Fuente: US Army vía Wikimedia Commons. |
Mientras la discusión transcurría en el fondo, von Braun y su equipo continuaron su trabajo. El resultado de sus esfuerzos fue el PGM-11 Redstone, el cual realizó su primer vuelo de prueba desde Cabo Cañaveral el 20 de agosto de 1953.
Siendo un descendiente directo del V-2 de la Segunda Guerra Mundial, el Redstone era superior a su antecesor en todos los sentidos. Capaz de lanzar una ojiva atómica W39 de 3.8 megatones a una distancia de entre 50 nmi (93 km) a 175 nmi (324 km). Con un peso al despegue de 61,207 lb (27,763 kg) el Redstone contaba con un sistema de guía inercial ST-80 desarrollado por la Ford Instrument Company que le daba un CEP (Error Circular Probable) de 300 m.
A mediados de 1955, el Redstone fue declarado operativo dando inicio a su producción en serie llevada a cabo por la división de misiles de Chrysler como contratista principal. Las entregas a las unidades de primera línea comenzaron unos años más tarde y para 1958 el PGM-11 estaba en servicio con el 1º Batallón del 333º Regimiento de Artillería, 40º Grupo de Artillería de Campaña y el 2º Batallón del 333º Regimiento de Artillería, 46º Grupo de Artillería de Campaña; ambos destacados en Alemania Federal; junto con el 4º Batallón del 333º Regimiento de Artillería, 203º Grupo de Artillería en Fort Sill, Oklahoma como unidad de entrenamiento.
Starship Troopers
Si hay algo que destacaba del Redstone era su capacidad de carga de 6,305 lb (2,860 kg), casi el triple que la V-2, por lo que no paso mucho tiempo antes que la ABMA solicitara al Comando Continental del Ejército (Continental Army Command o CAC por sus siglas en inglés) que estableciera los requisitos operativos para usar este misil como un medio de transporte de carga y personal dentro del campo de batalla, en un concepto que sería denominado "Army Missile Transport Program" o Programa del Ejército para el Trasporte por Misiles en castellano.
ABMA recibió a su solicitud de abril de 1958 una total falta de interés, y quizás alguna que otra risa, de parte del CAC. Sin embargo, encontró un oido más receptivo en el Comando de Misiles (Army Ordnance Missile Command), encargado de la adquisición, mantenimiento y despliegue de estos medios; quien solicitó que se continuasen los estudios.
Esta insistencia hizo cambiar de parecer al CAC, ya que el 28 de noviembre de 1958, recomendó al Jefe Adjunto del Estado Mayor de Operaciones que se establecieran objetivos de desarrollo para el uso de misiles como medios de apoyo logístico en operaciones de combate. Con este respaldo, ABMA continuó trabajando en el concepto durante otro año, consiguiendo una partida presupuestaria de U$S 4.75 millones (casi U$S 52 millones actualmente) de la agencia ARPA.
El resultado final era bastante interesante, aprovechando las características y técnicas del misil. El Redstone estaba construido a partir de dos secciones independientes, la primera que contenía el combustible y el motor, denominada unidad propulsora; mientras que la segunda (la parte delantera) no tenía motor y estaba a su vez dividida en dos unidades, una unidad posterior que contiene el compartimiento de instrumentos y una frontal con la ojiva y la espoleta equipada con un radioaltímetro.
Tras 20 o 30 segundos de vuelo y con el combustible agotado, ambas unidades se separaban a una distancia preestablecida según la distancia al objetivo. De esta manera, la parte que contenía la ojiva continuaba su trayectoria balística hasta impactar contra el objetivo.
Para el transporte de tropas o carga, una cápsula de 7.56 m de largo reemplazaría a la segunda parte del misil ubicando el lugar donde iría la ojiva. Esta cápsula además de contener la carga, o tropas, contaría con una nueva nariz descartable para el reingreso; cuatro cohetes en un lado, junto con un paracaídas auxiliar y uno secundario instalados en la parte trasera.
El perfil de vuelo sería el siguiente: tras el lanzamiento, el Redstone aceleraría hasta su velocidad máxima de entre Mach 5 y 6 y a una altitud de entre 149,934 ft y 310,039 ft (45,700 m y 94,500 m) en una trayectoria parabólica. Agotado el combustible, la cápsula se separaría y comenzaría su reingreso.
Tras perder suficiente altitud, la nariz se separaría mientras que el paracaídas auxiliar se desplegaría estabilizando el descenso y tirando del paracaídas principal el cual al extenderse completamente pondría la cápsula en posición horizontal desacelerándola en su descenso al suelo.
A una altura prefijada, cuatro cohetes se dispararían para frenar la cápsula, una vez agotados su combustible, el paracaídas principal sería desprendido mientras que dos cojines inflables amortiguarían el impacto contra el suelo.
Perfil de vuelo del Redstone.
|
Si bien este era un perfil de vuelo bastante común para un misil balístico, no lo es tanto para un medio de transporte de carga, ni que hablar de infantes totalmente equipados. Las fuentes consultadas no mencionan como sería el confort que los mismos tendrían en este viaje, aunque es seguro especular que los mismos deberían vestir trajes de presión para este corto, aunque bastante incómodo, viaje.
Resulta innegable que, apretujar soldados en la nariz de un Redstone sería una manera extremadamente rápida y sorpresiva de desplegar una pequeña unidad, siendo capaz de recorrer las 175 nmi de su alcance máximo en solo 375 segundos; es decir que sería capaz de recorrer la distancia en línea recta que separa Madrid de Bilbao en un poco más de 6 minutos.
No es de sorprender que ABMA concluyera que: "La relación entre coste y eficacia del transporte con cohetes en comparación con el uso de aeronaves de ala fija demandaría que el transporte con cohetes sustituya al sistema de transporte aéreo convencional en el futuro inmediato". Esta conclusión fue apoyada por los resultados de un estudio realizado por el Grupo de Desarrollo de Combate del Cuerpo de Transporte (Transportation Corps Combat Development Group) donde reconocía el mérito de este concepto como un medio ideal para enviar suministros a las tropas, recomendando su desarrollo.
Sin embargo, el "Army Missile Transport Program" no va a llegar a ningún lado. Lo mismo que el Redstone. La llegada del más moderno MGM-31 Pershing con motor cohete de combustible sólido, que podían almacenarse casi listos para su lanzamiento y prescindían del transporte y almacenamiento del Hydyne, una mezcla de 60% dimetilhidrazina asimétrica (DMHA) y 40% dietilenetriamina (DETA) que utilizaba el PGM-11 como combustible, por lo que el Redstone fue declarado obsoleto y su producción cesó en 1961.
Antes de pasar a la historia, el Redstone tendría una oportunidad más de probar su utilidad como medio de transporte. El 5 de mayo de 1961 se llevó a cabo el lanzamiento de la misión Misión Mercury-Redstone 3 de la NASA, desde el Complejo de Lanzamiento 5 de Cabo Cañaveral, Florida. La cápsula Mercury, llamada Freedom 7, realizó un vuelo suborbital pilotada por el astronauta Alan B. Shephard, convirtiéndose en el primer estadounidense en el espacio. Podríamos decir que, efectivamente, el Redstone fue capaz de transportar un pasajero después de todo.
Fuentes:
- Bullard, J. W. (Octubre 15, 1968). History of the Redstone Missile System. Army Missile Command.
Disponible en: https://web.archive.org/web/20070624235704/http://www.redstone.army.mil/history/pdf/redstone/redstone.pdf
supongo que la idea de que tropas o unidades de combate lleguen a tierra de la forma mas rapida, en pods, o vehiculos ...es una idea muy antigua....
ResponderBorrarme hizo recordar a los "pods" de tropas de un videojuego (call of duty advanced warfare)... si no lo viste, en la escena inicial del juego, te subes aun pod que esta en una nave nodriza, el pod cae a tierra de forma controlada. (esta en youtube)
o algo difente en la pelicula "al filo del mañana" donde bajan con cables muy muy largos.
el punto es: olvidan la antiaerea enemiga.
Buenos días estimado,
BorrarGracias por tu comentario. Es cierto que la idea de desplegar tropas rápidamente desde el aire, o desde el espacio en este caso, no es exclusiva del Ejército estadounidense y ha sido explorada ampliamente en la ciencia ficción, los videojuegos y las películas.
Tu observación sobre la defensa antiaérea enemiga es muy válida. En la práctica, derribar un objeto que reingresa a la atmósfera, como una ojiva o una cápsula con infantes, no resulta tan fácil a priori. En el caso del sistema propuesto en este posteo, el momento más vulnerable sería tras la desaceleración ya en la atmósfera, con la cápsula colgando del paracaídas. Imagino que, como en cualquier operación de despliegue aéreo, se usarían señuelos, contramedidas electrónicas y ataques previos para neutralizar las defensas enemigas antes del despliegue.
Nuevamente, muchas gracias por tu mensaje y por leer el blog.
Un saludo,