Ilusstración artística del MD 750 en servicio de la AdA en un combate maniobrado contra un MiG-21. Fuente: Jean-Michel Mateo vía ArtStation. |
A finales de los 60, la industria aeronáutica había dejado atrás la lucha por superar la barrera del sonido y se había impuesto alcanzar velocidades aún más altas, con Mach 3 como el piso. Lockheed había alcanzado este logro con el A-12, y el posterior SR-71 con velocidades por encima del Mach 3.2; mientras que la URSS hacía lo propio con el MiG-25.
Francia, no quería quedarse atrás. Por lo que el gobierno galo instó a Sud-Aviation y Dassault a desarrollar sus propuestas para un caza avión de estas características. La respuesta de Dassault fue la más prolífica y daría origen a una serie de proyectos muy avanzados a los cuales le dedicamos la entrada de hoy.