Una visita a Paris significa pasar por muchos lugares conocidos como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre o el Arco del Triunfo. Pero para nosotros los apasionados por la aviación, la capital gala tiene algo más interesante que ofrecer, y estamos hablando del Museé de l'air et de l'Espace ubicado en el icónico Aeropuerto de París-Le Bourget.
Como este es un blog "aviateril", dejamos la reseña de aquellos hitos geográficos parisinos a otro tipo de publicaciones y visitamos Le Breguet.
Fundado en 1919 bajo una iniciativa del reconocido ingeniero Albert Caquot, Director de la sección Técnica de Aeronáutica del Ministerio de Guerra y quien diseño la estructura interna del Cristo Redentor de Rio de Janeiro; quien propuso un "conservativo aeronáutico". La primera sede de la institución fue un hangar en la fabrica Voisin en el municipio de Issy-les-Moulineaux.
El museo cambiará de sede el 23 de noviembre de 1923, mudándose a un antiguo taller de dirigibles en Chalais-Meudon.
La colección del museo fue creciendo, lo que implicó que parte de la colección fuera trasladada en 1936 a París en el Boulevard Victor (15º distrito) dejando las instalaciones de Chalais-Meudon como depósito. Tres años más tarde, el estallido de la Segunda Guerra Mundial forzaría al cierre del museo, el cual resultaría casi destruido en junio de 1940. Sus instalaciones serían reconstruidas y utilizadas con fines bélicos en 1945, devolviendo la colección a Chalais-Meudon. El museo no retornaría a sus actividades normales y a recibir publico hasta 1961.
La taquilla del Museo. El reloj contiene la hora local junto con la hora en las principales ciudades servidas por las líneas aéreas que operaban desde Le Bourget. Foto: No Barrel Rolls. |
En 1973, con la creación del actual Aeropuerto Charles de Gaulle y el movimiento de las operaciones comerciales al mismo, el Ministerio de las Fuerzas Armadas decidió mudar toda la colección a su actual ubicación en el Aeropuerto de Le Bourget, hogar también del Salon international de l'aéronautique et de l'espace de Paris-Le Bourget, también conocido como el Paris Air Show o Salón de París.
Acceder a sus instalaciones es muy fácil, ya que hay dos paradas de bus en la puerta (Líneas 350 y 152), además de un amplio estacionamiento. El Museo cuenta con una cafetería/restaurante llamado, muy apropiadamente, L'Hélice Café y una tienda de recuerdos bastante surtida.
Al momento de escribir esta reseña, el valor de la entrada es de 16 euros para adultos, que incluye la visita a los dos Concorde (si, hay dos), al 747 y al Dakota.
Las exposiciones
El acceso se realiza por la puerta principal de la antigua terminal que tiene tres figuras femeninas en su fachada, realizadas por Armand Martial, simbolizan los principales destinos de los vuelos que salían de la terminal: Occidente, África y el Lejano Oriente. Tras cruzar las puertas llegamos al hall de la antigua terminal aérea (llamado el "Hall de las ocho columnas"), dominado por el mostrador que hace las veces de taquilla.
Si vamos a la derecha tenemos el "Hall de los Pioneros" que como su nombre indica está dedicado a los primeros años de la aeronáutica, entre las exhibiciones podemos ver una maqueta del globo de los hermanos Montgolfière, una reproducción del planeador de Otto Lilienthal y el famoso Demoiselle con el que Alberto Santos Dumont volaría en 1909.
El Demoiselle de Santos Dumont, con un peso en vacío de 308 lb (140 kg) es el primer ultraligero de la historia. Foto: No Barrel Rolls. |
En esta sala también podemos ver la góndola del dirigible-navegable de Charles Henri Dupuy-de-Lôme de 1870, capaz de llevar 14 personas pero que nunca llegaría volar, junto con el hidroavión de Henri Fabre.
Antoinette VII biplaza en el "Hall de los pioneros". Foto: No Barrel Rolls. |
Continuando con la visita, pasamos al salón dedicado a la Primera Guerra Mundial. Aqui se puede ver la gondola trasera de un dirigible Zeppelin LZ113, un Nieuport XI, un Junkers J 9, un Breguet XIV entre otros. Es especialmente recomendable que visiten la sección que contiene uniformes, fotografías y hasta cuadros de los aviadores de esta contienda, ya que ayuda a darle una dimensión más humana a las máquinas expuestas. Además es aquí en las vitrinas donde se pueden ver diferentes insignias de los escuadrones, incluida la del as francés Charles Nungesser.
Una vez terminado con esta parte, el visitante puede elegir por dos caminos, ir hacia la vieja torre de control o salir hacia el "tarmac" para continuar su visita.
De izquierda a derecha en sentido de las agujas del reloj: Fokker D.VII, Breguet XIV y Junkers J 9. Foto: No Barrel Rolls. |
En el tarmac
En esta sección están las aeronaves más modernas del museo, para empezar el Boeing 747-128 de Air France (registro F-BPVJ) al cual podemos acceder y subir al lounge del cubierta superior, detrás de la cabina; en estos tiempos de pasajes low-cost en donde apenas podemos llevar una mochila cuesta creer que no hace mucho los aviones incluían este tipo de comodidades.
La cubierta principal del 747 fue cortada de manera transversal para poder ver la estructura interna, los tanques de combustible, cableado y conductos de los sistemas de la aeronave, e incluso podemos bajar a la bodega donde hay un Renault Twingo perfectamente trincado y embalado para transporte.
Dos de los gigantes del museo, el 747 y la maqueta del Ariane V. Foto: No Barrel Rolls. |
Saliendo del Jumbo tenemos otra joya, un ejemplar (de los 10 producidos) del Dassault Mercure diseñado para competir con el Boeing 737, esta aeronave tuvo una carrera corta y les recomiendo este excelente video de Mustard donde se puede ver su historia con mayor detalle.
Más allá del Mercure, y casi escondido esta el Dassault Falcon F-WLKB en el cual la aviadora Jaqueline Auriol rompería el record de velocidad femenino el 10 de junio de 1965. Siguiendo con los gigantes, tenemos una de las últimas adiciones del museo, el Airbus A380 F-WWDD recibido en 2017 y junto a él un Canadair CL-215.
El prototipo del Dassault Rafale. En el lado izquierdo están las insignias de los escuadrones del Armée de l'air y a la derecha las de la Aéronavale que operarían el avión. Foto: No Barrel Rolls. |
Después llegó el momento de los cazas que se encuentran en dos espacios, en un lado tenemos un Jaguar A (A1), y un biplaza (E3); y junto a ellos, un viejo conocido de este blog el único Mirage 4000 construido.
La sección de los cazas sigue en un área techada en donde podemos ver al demostrador del Dassault Rafale, junto a un Dassault Super Etendard (SEM, como es usualmente conocido) y el Jaguar A (A91, registro 11-YG) veterano de la Opération Daguett, la participación francesa en la Guerra del Golfo. En el tarmac también podemos ver un Tucano y un C-160 Transall.
El único Mirage 4000, a pesar de que la pintura se ve algo descolorida sigue viéndose majestuoso. Foto: No Barrel Rolls. |
La Aéronavale, también tiene su lugar en el museo, además del SEM que mencionamos arriba, el visitante puede ver un Dassault Etendard IVM, un Lockheed P2V-7 Neptune, un Breguet Atlantic y un Nord-Aviation 262 E Frégate.
Claro que el museo dedica una sección a cazas extranjeros y por un pasillo, podemos ver un Saab Draken, y uno de los pocos Saab Viggen Sk 37E biplazas (solo 10 fueron convertidos de los 17 biplazas originales). Finalmente, tenemos un representante del ex-bloque del este un Sukhoi Su-22M-4 Fitter (registro 98+09); el ejemplar del museo perteneció a aquellas unidades que operaron en la Luftwaffe hasta 1993 tras la reunificación.
Solo 10 Sk 37 fueron modernizados al estándar "E" y uno de ellos se encuentra preservado en el museo. Foto: No Barrel Rolls. |
Antes de terminar con el tarmac, podemos ver las maquetas de los Ariane V y al Ariane I. Recomiendo particularmente sacarse la foto debajo del motor Vulcain del primero.
En el tarmac, hay dos atracciones más. El "Hall Normandie-Niemen" que incluye la historia del escuadrón Normandie-Niemen, incluyendo uniformes, fotografías, medallas e incluso un Yak-3 con la librera de la unidad. Al lado de esta exhibición se encuentra el Planetarium, que esta pensado para niños y tiene una muestra interactiva en francés.
Es en este punto, que el visitante tiene diferentes opciones para continuar su visita. O bien puede continuar por el "Hall de la Segunda Guerra Mundial", el "Hall Concorde" o continuar con la otra ala del museo. En mi caso, fui derecho a ver los Concordes.
Los nidos de pájaros veloces y pájaros viejos
Si hay algo que hace destacar a Le Bourget sobre otros museos aeronáuticos es que tiene en su colección dos Concorde, uno es el F-WTSS, el primer prototipo que fue transferido al museo el 19 de octubre de 1973 después de acumular 397 horas de vuelo. En su interior podemos ver los instrumentos utilizados para registrar los parámetros de vuelo y las estaciones de trabajo de cada ingeniero. Esta aeronave también fue famosa por realizar el seguimiento del eclipse solar de 1973 (sería su vuelo 376), despegando desde Gran Canaria y aterrizando en Yamena (Chad).
A su lado esta otro Concorde famoso, el F-BTSD, la aeronave que rompió todos los records como el de velocidad de una aeronave comercial circunavegando el globo de oeste a este el 12 y 13 de octubre de 1992 para luego obtener el 15 y 16 de agosto de 1995 en la dirección inversa.
En este mismo lugar y a un costado, podemos ver un Mirage IV A, completo con su bomba nuclear AN-22 de 60 kilotones y una batería JATO/RATO para despegue corto.
Habiendo sido el principal vector atómico de la Armée de l'air por 30 años, el Mirage IV aún se ve amenazante. Foto: No Barrel Rolls. |
El siguiente pabellón, es el dedicado a las aeronaves de la segunda guerra mundial, aquí podemos ver a un FW-190, un Spitfire, un P-51D Mustang, un Dewoitine D 520 y un C-47 al cual nos podemos subir; junto a una colección de motores, como un Napier Sabre y un Daimler Benz D603. Otro de los objetos de este salón es una bomba volante V-1. Si bien no combatió en la segunda guerra, el hall también aloja un Douglas AD Skyraider restaurado con un acabado totalmente metálico.
Fw 190 y detrás un Skyraider en el hall dedicado a aviones de la segunda guerra mundial. Foto: No Barrel Rolls. |
Ahora llega el momento de continuar la visita por la otra sala del museo, donde están los halls dedicados al Espacio, al período entre guerras, el de helicópteros, al de la "Cocarde" y al de prototipos.
Los halls del espacio, entre guerras y de helicópteros
Creo que este es uno de los salones más grandes y más abarrotados que tiene el museo, dedicado a todo lo referido al programa espacial francés y a las conquistas del hombre en el espacio. Para empezar tenemos una maqueta del primer cohete galo el EA-41 de 1945, seguido por una replica de la Vostok 1, las sondas Véronique y varios ejemplares del misil balístico S3.
Dos misiles balísticos S3 (a la izquierda) junto a las sondas Véronique (a la derecha). Foto: No Barrel Rolls. |
Otro de los items exhibidos y que resultaron de particular interés son aquellos referidos a la misión soviético-francesa Soyuz T-6, lanzada el 24 de junio de 1982 desde el cosmódromo de Baikonur mediante un cohete Soyuz hacia la estación Salyut 7 con los cosmonautas Vladimir Dzhanibekov (Comandante),
Aleksandr Ivanchenkov (Ingeniero de vuelo) y Jean-Loup Chrétien (Especialista científico) a bordo. El museo exhibe la cápsula Soyuz de esta misión, junto con el traje de presión de Chrétien.
Traje de presión utilizado por Jean-Loup Chrétien en la misión Soyuz T-6. Foto: No Barrel Rolls. |
Siguiendo por el salón pasamos a la exhibición dedicada al período entre guerras, aquí podemos artículos interesantes como: el fuselaje de un Farman F.60 Goliath, el Breguet Br.19 TF Super Bidon Point d'interrogation, con el cual Dieudonné Costes y Maurice Bellonte realizaron un vuelo record "non-stop" de 4,268 nmi (7,905 km) volando de Paris a Moullart entre el 27 y 29 de septiembre de 1929.
El fuselaje del Farman F.60 Goliath acomodaba 12 pasajeros que gozaban de grandes ventanas para admirar el paisaje. Encima de el, se puede ver el avión de carreras Potez 53. Foto: No Barrel Rolls. |
La sala siguiente está enteramente dedicada a las aeronaves de alas rotativas. Aquí se puede ver desde algunos viejos conocidos como los Aérospatiale Alouette II y III (junto con su "padre" el Alouette I) y el Gazelle. Junto con ellos, hay otros ejemplares más raros como el Breguet G.111 de rotores coaxiales, un Focke-Achgelis Fa 330 y uno de los pocos helicópteros del argentino Raúl Pateras Pescara; más precisamente el Modelo 2.
La sala dedicada a las aeronaves de alas rotativas, con el Breguet G.111 en primer plano. Foto: No Barrel Rolls. |
En este momento, estamos llegando casi al final de la visita; nos quedan dos salas más la de la "Cocarde" y la de prototipos.
La tricolore o nada
Voy a empezar diciendo que estas dos salas fueron las que personalmente más me gustaron. La primera, la llamada "Hall de la Cocarde" (Cocarde en francés significa cucarda o escarapela). Esta sala está dedicada, casi exclusivamente al Armée de l'air y sus equipos (la Aéronavale tiene su propio museo en Rochefort, llamado Museé de l'Aéronautique Navale). La sala cuenta con un espacio central donde se puede ver los principales cazas del arma; podemos ver un S.N.C.A.S.E SE.535 Mistral (fabricación bajo licencia del de Havilland DH.100 Vampire), un Dassault MD-454 Mystère IV A, un MD-456 Super Mystère B2, un North American F-86K Sabre, un North American F-100D Super Sabre y un Republic F-84F Thunderstreak.
Claro que las dos piezas que llaman más la atención al visitante son el Mirage F1 "Cristal" y el prototipo del Mirage 2000. El primero es único ya que se trata de una maqueta a tamaño natural completamente construida en acrílico y que permite ver todos los componentes internos del caza. Dicha maqueta, cuenta con un sistema de luces y sonidos pero que al momento de la visita estaba apagado.
El famoso Mirage F1 "Cristal" construido totalmente en acrílico y mostrando todos los subsistemas de la aeronave. Foto: No Barrel Rolls. |
No solamente hay cazas en esta sala, el visitante también puede ver dos entrenadores; un North American T-6G Texan utilizado como avión de ataque al suelo en la guerra de Argelia y las cabinas de un Fouga CM 170R Magister y un Morane-Saulnier MS.472 Vanneau. Alrededor del espacio central hay varias vitrinas con diferentes exhibiciones como uniformes, equipos de vuelo, maquetas (tanto de aviones como de armamento) y afiches de reclutamiento.
Al final de este espacio, hay un helicóptero Aérospatiale SA321 Super Frelon el cual el visitante se puede subir y experimentar, mediante unas pantallas en las ventanas como se vería en primera persona una misión de rescate en alta mar; la proyección dura unos 10 minutos.
Ahora, hemos llegado al último hall, el de los prototipos. No creo equivocarme que esta sala es del particular interés para todos los lectores de este blog.
El hall de los prototipos visto desde una pasarela. Sin duda el mejor lugar del museo. Foto: No Barrel Rolls. |
En el espacio central, uno puede ver al Nord 1500 Griffon II, caza equipado con un estratoreactor; el único Leduc 010, junto con su derivado el 022 y el SO.9000 Trident. También podemos ver en esta sala varios diseños de Dassault, para empezar está el prototipo del Ouragan, que sería el primer avión francés en romper la barrera del sonido. Junto a él podemos ver al Mirage G8 de geometría variable (no confundir con su derivado el G8A de alas en flecha), Payen Pa 49 "Katy" y el prototipo del Mirage III.
La sala también aloja los proyectos VTOL de Dassault, empezando con el rudimentario Atar Volant y el más avanzado Mirage III V derivado VTOL del Mirage.
Al final de esta sala, hay una actividad para chicos llamada "SimuPilote" que les da la oportunidad de volar diferentes aeronaves, la misma es en francés.
Le Bourget je t'aime
Siendo el museo aeronáutico más antiguo, el Museé de l'air et de l'Espace no decepciona bajo ningún concepto. Las piezas están muy bien curadas y hay aeronaves históricas, muchas de las cuales, nosotros entusiastas solo conocemos por los libros de historia y este museo da una oportunidad de verlos (pero no tocarlos, obviamente).
Otro punto a destacar es que la disponibilidad de una cafetería permite tomar una pausa, almorzar, y seguir recorriendo las instalaciones. En mi caso, llegué a las once de la mañana y no me fuí hasta pasadas las cuatro de la tarde.
Monumento a los pilotos y tripulaciones de pruebas. Foto: No Barrel Rolls. |
Al retirarme, me quedé mirando los monumentos que tiene en su ingreso y hay uno de ellos que me resultó particularmente interesante y está dedicado a: "Au Pilote d'Éssais et a l'Equipage", es decir: "A los pilotos y tripulaciones de pruebas"; y me pareció un sentido homenaje a todos aquellos que han arriesgado, y lamentablemente, perdido su vida para expandir los límites del vuelo. A todos ellos mi más profundo respeto.
En resumen, si se encuentran en París y pueden disponer de un día para saciar su curiosidad aeronáutica, no dejen de visitar Le Bourget.
Excelente entrada, como todas las que he leído desde que hace poco he descubierto este blog!
ResponderBorrarSirva este comentario también como homenaje a mis padres, en cuya primera, y corta, visita a París allá por el 95, se pasaron tooooda una tarde en dicho museo para cumplir el sueño de su hijo adolescente...
Muchas gracias por tu comentario Konkordski. Espero que tus padres hayan disfrutado de la visita tanto como vos :)
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