lunes, 24 de febrero de 2020

El ultimo caza español, el CASA AX


Primer boceto del AX, en un primer momento se pensó como un derivado del C-101 con mayor potencia.
Créditos a quien corresponda.

En los años 80 una moda se expandió por el mundo y no estoy hablando de las hombreras, las pulseras mágicas o los walkmans; si no de la idea de crear el "avión de combate autóctono".

La fiebre por alcanzar este sueño contagió a varios, y solo para mencionar algunos como: el ALR Piranha suizo, el Atlas Darter sudáfricano o el Novi Avio yugoslavo e incluso contagió a los españoles, y es el motivo del posteo de hoy el CASA AX.

Todo empieza a mediados de los años 80, cuando el Ministerio de Defensa español comienza a definir sus políticas de defensa para los siguientes 20 años. En ese tiempo, la capacidad ofensiva del Ejército del Aire (EdA) descansaba sobre los Mirage III y F1, junto con los F-5.
Para los dos primeros, ya había reemplazos en camino, en la forma del F/A-18 y, el en ese momento en desarrollo: EFA; pero para los F-5 no había nada aún proyectado.

Es en 1987 cuando el EdA anunció el inicio del programa AX, con CASA (Construcciones Aeronáuticas S. A.) como principal contratista. El Ministerio de Defensa estimaba invertir unas 2.165 millones de pesetas (13 millones de euros actualmente) durante la etapa de desarrollo del proyecto, para en el año 1990 invertir unos 600 millones de pesetas en la adquisición de las primeras unidades y al siguiente año realizar un segundo pago de 4.100 millones de pesetas.
La cantidad de unidades a adquirir era primero de 72 unidades, aunque después la cifra se elevó a los 100 las cuales deberían adquirir estatus operacional para 1997.
Dos años más tarde del anuncio, se firmó el contrato oficial acompañado de un pago inicial de 960 millones de pesetas para financiar las etapas iniciales del proyecto.

El AX por dentro

Durante las primeras conversaciones mantenidas en 1984 entre CASA, el Ministerio de Defensa y el EdA; se hablaba de una aeronave desarrollada a partir del C-101 pero dotada de un motor más potente. Pero después de realizar un estudio de factibilidad en 1986, CASA optó por un diseño nuevo.

La aeronave resultante sería un caza monomotor, supersónico (o transónico, según algunas fuentes); apto para misiones de interdicción, ataque al suelo, reconocimiento y vuelo a baja cota.
Su diseño debía ser de arquitectura abierta, permitiéndole recibir actualizaciones o adiciones a su aviónica. De esta última, no se tenían muchas precisiones pero se esperaba que incorporara radar;  designador láser; junto con fly-by-wire y pantallas multifunción.
Con respecto a la planta motriz, se barajaba la posibilidad de utilizar una versión sin postcombustión del Eurojet EJ200, la misma planta motriz del EFA, que se encontraba en desarrollo para esa época.

En su construcción, CASA quería incorporar toda la tecnología adquirida fruto de su participación en Airbus y en el EFA; como el uso de materiales compuestos, aleaciones de Al-Li (aluminio y litio) y titanio, junto con procesos productivos como la deformación superplástica y pegado por difusión.

Se esperaba una gran participación nacional en el proyecto, tanto de proveedores tales como: Ceselsa, Inisel (estas dos últimas se fusionarán más tarde para crear la actual Indra); GMW, LAN, Saft, SFI y Sener; como de instituciones universitarias. Por ese motivo, se creó una Oficina del Proyecto AX, que facilitaría la participación y coordinación de todos los involucrados sea industria, academia, el Ministerio de Defensa y el EdA.

La aeronave fue rediseñada íntegramente, adoptando una configuración de alas en flecha, monomotor y planos canard.
Créditos a quien corresponda.

El programa AX fija como fecha límite junio de 1989 para definir el proyecto, para al año siguiente tener el desarrollo completo; estando el primer vuelo programado para 1992. De cumplir con este cronograma, las primeras unidades entrarían en servicio para 1996.

A medida que fue pasando el tiempo, varias representaciones artísticas de la aeronave comenzaron a ser filtradas a la prensa. Aquella que se consideraba como la definitiva, mostraba al AX monomotor, con ala delta y planos canard, con tomas de aire a los lados del fuselaje.
Podríamos decir que esta versión tenía una gran influencia del EFA; portando un pesado armamento de dos misiles aire-aire en las puntas de las alas, bombas guiadas y otro tipo de misiles.
Con respecto a la aviónica y el motor, se le dio un enfoque nuevo. En lugar de desarrollar equipos cero, se prefirió acercar la aeronave lo más posible al F/A-18 Hornet, siendo el AX un completo de este último. Por lo que aviónica, computadora de abordo, equipo de navegación, sensores y equipo de cabina provenían del Bug; mientras que la planta motriz sería el GE F404 sin combustión.

CASA tenía ambiciones de colocar el AX en el mismo mercado del italo-brasilero AMX (podríamos especular que también hubiera compartido el mercado con el Saab B3LA); pero la aeronave sería mucho más moderna que su competidor. Asimismo, el fabricante español buscaba conseguir una asociación con una empresa extranjera y mantuvo contactos con MBB y Dassault, sin mucho éxito.

La cancelación del proyecto


El AX continuó su desarrollo hasta finales del año 1991, cuando no hubo ninguna asignación para el programa en las partidas presupuestarias para el año siguiente. Esto llevó a CASA a suspender y luego cancelar los trabajos sobre la aeronave; aunque para la empresa fue en cierta forma un alivio, ya que el proyecto le estaba resultando abrumador, especialmente teniendo en cuenta lo limitadisimo del presupuesto.

Otra vista del diseño definitivo del AX, notar la variedad de armamento que porta la aeronave.
Créditos a quien corresponda.

Si nos detenemos un minuto a pensar, el programa AX estaba condenado desde un principio. Para empezar, el Ministerio de Defensa español se encontraba involucrado en dos grandes programas paneuropeos que requerían de un gran aporte de capital, el ya mencionado EFA y su participación en el Euroflag (o European future large aircraft group); lo que sería la génesis del actual Airbus A400M Atlas.
Nadie sabía en ese momento los sobrecostos y retrasos que sufrirán ambos programas y lo tardía que sería la entrada en servicio del Eurofighter.
Por otro lado, la idea del AX de ser un sustituto del F-5 y complemento del F/A-18 de bajo costo de producción y de mantenimiento resultó inalcanzable. La idea de utilizar componentes de este último para reducir costos dio el resultado opuesto; en los papeles un AX costaba casi lo mismo que un F/A-18.
Al terminar la vida operativa de los F-5A, la solución fue, paradójicamente, recurrir a la compra de un lote posterior en 24 F/A-18 A+/B+ ex-US Navy en 1995.

También está el aspecto comercial; la problemática historia del AMX, demostró que la idea del "reemplazo del F-5" en forma de una aeronave económica pero de corto alcance y capacidad de carga no tenía un gran nicho en el mercado de aeronaves de combate de los 80. Lo que seguramente llevó a muchos en CASA a preguntarse cuáles serían las posibilidades reales de exportación del AX.

Desde su cancelación, la industria aeronáutica española no ha intentado desarrollar un caza completamente por su cuenta. Solo nos queda especular que podría haber pasado si la aeronave hubiera conseguido salir del tablero de dibujo.

Fuentes

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