lunes, 15 de julio de 2024

Especial Aniversario - After Burner y los ases digitales

After Burner printed ad
"¡Revelamos los 4 mb con los gráficos y movimientos más intensos!" promocionaba este aviso de Sega destacando todas las novedades del After Burner.
Créditos de la imagen a quien corresponda.


Una vez más, No Barrel Rolls cumple un aniversario desde su primer posteo hace ya seis años. A veces me cuesta creer que este espacio ya suma más de 300 entradas recibiendo un poco más de 5,000 visitantes mensualmente.  En términos de marketing digital es poco, pero para mí es todo un logro y le estoy profundamente agradecido querido lector.

Este año hubo algunas novedades, como la invitación al podcast Por Tierra, Mar y Aire o la cobertura como medio de prensa a la European Rotors 2023, todos indicativos de que este blog se encuentra en positive climb, para usar una expresión aeronáutica.

Siguiendo la tradición, la entrada de hoy es más distendida y me gustaría compartir con usted una anécdota a de mi infancia "aviateril" una que relaciona videojuegos con aviones.



Cuando era chico, había una cosa que me gustaba más que los aviones y eran los videojuegos; ni hablar si conseguía un juego relacionado de aviones, era un 2x1 de pura diversión. Aún recuerdo con mucho cariño mi Family, mi primera consola que con solo 8 bits era capaz de abrirme la puerta a un mundo en donde podía ponerme a los mandos de un avanzado caza abriéndome paso a misilazos limpios (cual Grumman Missileer) por cada nivel.

A mediados de los 90, tuve la oportunidad de dar el salto a los 16 bits cuando me regalaron un Sega Genesis. Para mí, esto fue un salto importante en todo sentido: mejores gráficos, sonidos y por supuesto una nueva librería de títulos "aviateriles" para jugar siendo algunos de mis favoritos la saga Desert Strike, Jungle Strike y Urban Strike de Electronic Arts o el sofisticado F-15E Strike Eagle que simulaba (dentro de las limitaciones posibles) lo que era volar un caza desde la cabina.

Si bien estos juegos eran suficientes para estimular la imaginación de un chico después de un día de escuela, palidecían frente a los "fichines" (o "recreativas" si está leyendo este posteo desde España) los verdaderos reyes del entretenimiento electrónico siendo infinitamente superiores en cuanto a capacidad gráfica y calidad de audio que al humilde "Sega" de casa.

Pasar una buena parte de mi tiempo en los fichines era ya la rutina establecida durante mis vacaciones, y si bien eran entretenidos, me resultaba un poco frustrante los pocos títulos aeronáuticos disponibles salvando el mítico 1942 de Capcom. 


After Burner SEGA Arcade
A pesar de que hoy se ven viejos, los gráficos del After Burner eran de avanzada para el momento de su lanzamiento al mercado.
Fuente: Arcade Planet.


Sería justamente durante una de estas vacaciones que mi percepción de los videojuegos aeronáuticos cambiaría. No recuerdo exactamente el lugar, pero al entrar a ese salón de fichines vi una máquina que me llamó la atención.

Un gabinete parcialmente cerrado de colores brillantes y con la imagen de un piloto de combate totalmente equipado mirando de lado mientras hacía un "thumbs up" a los que pasaban a su lado. Si quedaba alguna duda sobre la temática del juego, la parte de atrás del gabinete tenía un tres vistas de lo que parecía ser un Grumman F-14 y el nombre "After Burner" iluminado con una luz brillante. Supe inmediatamente que había encontrado ese fichin aviateril que tanto buscaba.

Mientras caminaba hacia él, me di cuenta de que este juego tenía una sorpresa más, la cabina comenzó a moverse; la sección principal de la cabina hacía arriba y abajo, mientras que el jugador se ladeaba de derecha a izquierda. Mi cerebro infantil demoró unos segundos en procesar que un videojuego pudiese ser capaz de hacer eso. 

Cuando finalmente me tocó jugar, la experiencia era increíble. En la pantalla se veía un Tomcat desde atrás realizando maniobras cerradas tratando de derribar hordas de aviones enemigos, que parecían ser F-5 y Mirage 2000; con fuego de cañón y misiles a una velocidad vertiginosa.

Juntando las últimas dos fichas de ese día (si mal no recuerdo, una ficha era equivalente a 25 centavos de peso argentino); me senté en este gabinete envolvente e inmediatamente una canción de rock comenzó a sonar en los altos parlantes, mientras mi Tomcat se alineaba para despegar desde la cubierta de un portaaviones, con el logo corporativo del desarrollador del juego en la cubierta.


After Burner arcade cabinet
El gabinete original de After Burner. Unos actuadores hidráulicos lo movían siguiendo los comandos de cabeceo del jugador, mientras que otro conjunto movía el asiento imitando el rolido de la aeronave. 
Fuente: Reddit.


El juego contaba con todo, stick al centro y throttle a la izquierda lo que me obligaba a adoptar la pose de todo un piloto de caza, tal como había visto tantas veces en las páginas de Aviones de Guerra. Me sorprendió, cómo el gabinete respondía inmediatamente a mis comandos, mientras maniobraba mi caza virtual en contra de los aviones enemigos en la pantalla. 

Puedo decir en retrospectiva que los desarrolladores cuidaron muchos detalles al programar el juego. Había una demora entre que el radar de la aeronave asignaba los blancos a los misiles, reproduciendo el "tono" que indicaba que el objetivo estaba fijado y el misil listo a ser disparado; un "radar" en la esquina superior derecha de la pantalla indicaba la posición de la aeronave y de los aviones enemigos con respecto al horizonte y finalmente, el mando de gases efectivamente modificaba la velocidad de la aeronave y por supuesto aumentaba la cantidad de puntos obtenidos por cada derribo.

Los detalles no acababan ahí, los desarrolladores incluyeron la voz de nuestro RIO quién nos avisaba cuando el misil estaba esclavizado con el blanco y, en los niveles finales, nos indicaba cuando teníamos un caza enemigo en nuestro "seis" contra el que debíamos maniobrar.

A pesar de que parecía nuevo desde mi punto de vista infantil, la realidad es que había sido lanzado en Japón en 1987, volviéndose el segundo arcade en recaudación en su tierra natal y entrando en el top cinco de los arcades con mayores ingresos de 1988 en los EEUU. Su diseñador, Yu Suzuki, había tomado referencias de "Top Gun" (obviamente...) y la película de Studio Ghibli "Laputa: El castillo en el cielo".

Sin escatimar gastos, After Burner funcionaba en la X Board de Sega una verdadera "bestia" para ese momento. Construida alrededor de dos chips Motorolla MC68000 de 16 bits con una velocidad de 12.5 MHz, un chip sintetizador de sonido Yamaha YM2151 comúnmente encontrado entre los sintetizadores de la época. Con una memoria total de alrededor de 4.5 MB (RAM y ROM), el arcade era capaz de mostrar en pantalla hasta 24,576 colores en una resolución de 320 x 224 pixels y hasta 256 sprites al mismo tiempo.


After Burner Sega screenshot
Durante los niveles del juego, el jugador podía enfrentarse a una serie de cazas enemigos, que asemejaban a aviones contemporáneos como el F-5, o un Mirage 2000 como se ve en la imagen.
Fuente: Arcade Planet.


Si todo este párrafo no tiene sentido para usted, querido lector, déjeme que se lo ponga en perspectiva. El smartphone que usted utiliza para seguir a No Barrel Rolls en Instagram tiene un procesador de, al menos, 3 GHz, una memoria de entre 64 y 256 GB y una resolución de entre 360 x 880  y 414 x 896 pixels y alta definición. En otras palabras, After Burner podría funcionar en su teléfono sin ningún problema, al mismo tiempo que usted está navegando por internet, contestando un mensaje, leyendo el blog y buscando la ruta más directa para ir a su restaurante favorito.

Ahora, no dejaba de ser un juego, un elemento de entremetiendo anclado en algo de realidad y, sin embargo, a pesar de su falta de veracidad aeronáutica se volvió lo primero que buscaba cada vez que entraba en un local de videojuegos. No podría decir cuanto duraban cada sesión de juego, pero puedo decir que me hacían sentir como un eximio piloto de caza.

Los años pasaron y la tecnología mejoró, al punto que el videojuego de avanzada de ayer, hoy es una reliquia más propia de un museo que de un local comercial. Pero este juego, junto con sus continuaciones, fueron una parte importante en esa crianza "aviateril" que me permite estar hoy, escribiendo este blog.



Las capacidades de la X Board se pueden apreciar en este video del juego completo. Resulta increíble pensar que solo se necesita 20 minutos para completarlo.
Fuente: Kawaii Games via Youtube.

A pesar de que sus gráficos se vean viejos, su música suene anticuada estoy seguro que de toparme con un gabinete de After Burner, y de tener las "fichitas" en mi bolsillo, voy a jugar una partida. Después de todo, ¿De qué otra manera podría ser un piloto de caza?

Como dije al principio de este posteo, quisiera una vez más agradecerle profundamente por leer este blog, seguirme en Instagram y por supuesto por sus comentarios y sugerencias. Pedirle que si este contenido le resulta interesante, lo comparta con sus amistades "aviateriles" y por supuesto; mencione a No Barrel Rolls si lo utiliza como fuente para un video de YouTube o su propio blog, cada posteo se hace a conciencia y ese gesto es muy apreciado.

Si así lo quiere, recuerde que siempre puede invitarme un cafecito en Ko-fi


After Burner Arcade final scene
La escena final del juego tras completar sus 20 niveles. Cualquier parecido con una taquillera película de los 80 que tenía al Tomcat por protagonista no es pura coincidencia.
Fuente: No Barrel Rolls.


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