lunes, 27 de octubre de 2025

Una ofrenda de paz, el programa Peace Pearl y la modernización del Shenyang J-8II

Shenyang J-8Z Fighter
"3563 Rojo" es un típico Shenyang JZ-8 la variante de reconocimiento del Finback. Es fácil ver las soluciones aerodinámicas heredadas del MiG-21 ruso.
Fuente: Sinodefense.


Comprar, coproducir, copiar o desarrollar. Estas siempre fueron las cuatro opciones que estuvieron siempre disponibles para la industria de aviación china. Tras la ruptura Sino-Soviética, China recurrió durante un tiempo al desarrollo de aeronaves autóctonas haciendo ingeniería inversa de tecnología soviética con resultados bastante variados.

El interceptor Shenyang J-8 es el resultado de este proceso. Grande, pesado, bimotor, capaz de alcanzar Mach 2.2 y basado totalmente en el MiG-21 era el orgullo de la industria aeronáutica china con un pequeño asterisco; su aviónica rudimentaria y sus misiles lo hacían extremadamente ineficaz en combate. Sin embargo, alejarse de la URSS permitió al país acercarse a Occidente y sus fabricantes de aviónica; dando lugar a una historia de cooperación técnica, maniobras diplomáticas e interesantes negocios. Esta es la historia del Shenyang J-8II y el programa "Peace Pearl".



A principios de los años 50, el flujo de asistencia técnica entre China y la URSS era fluido. Esto permitió que cientos de MiG-15bis llegasen a manos de la PLAAF ( People's Liberation Army Air Force, en inglés o Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación) junto con un contingente de técnicos e ingenieros para ayudarles a montar una línea de montaje propia enla Fábrica de Aviones de Shenyang (Instituto 601, también conocida como Shenyang Aircraft Corporation o SAC). Pero el gobierno chino decidió proseguir con la producción bajo licencia del más avanzado MiG-17F, el cual comenzó a salir de las fábricas bajo la denominación J-5.

Con el cambio de década, la amistad entre las dos grandes potencias comunistas fue mutando en recelo a medida que las fricciones aumentaban. Esto no interrumpió, al menos de manera inmediata, el flujo de "know how" aeronáutico e incluso, tras la ruptura de las relaciones entre ambos países a principios de los 60; los soviéticos accedieron a facilitar la producción bajo licencia de su caza más avanzado, el Mikoyan-Gurevich MiG-21F.

Claro está la aparente cordialidad no duró mucho y la transferencia no fue completa. Los ingenieros de Shenyang descubrieron que la información técnica provista por Rusia estaba incompleta en incluso faltaban muchos componentes en los knock-down kits (CDK por sus siglas en inglés) enviados. Sin muchas opciones, los chinos recurrieron a su ingenio, y a la ingeniería inversa para poder seguir adelante, produciendo el primer J-7 (denominación local del MiG-21) totalmente autóctono en marzo de 1964.

Gracias a esto, los ingenieros chinos obtuvieron un conocimiento muy avanzado de la plataforma del MiG-21F, comprendiendo así, las particularidades de diseñar un caza supersónico de altas prestaciones equipado con radar y misiles. A medida que los J-7 entraban en servicio, quedaba en claro para los altos mandos de la PLAAF que el caza era totalmente inadecuado para realizar interceptaciones de largo alcance y a gran altitud, por lo que se solicitó a Shenyang un nuevo diseño, específico para esta misión.

Shenyang propuso dos soluciones, un aversión agrandada y bimotor del J-7; denominada J-8 y un diseño totalmente nuevo y monomotor bajo la denominación J-9. De decidió explorar ambas, dándole prioridad a la primera opción al considerarla de menor riesgo técnico. La interrupción de la Revolución Cultural retrasó considerablemente el proyecto. Si bien el primer vuelo de un J-8  (código OTAN: Finback A) ocurrió en 1969, su diseño se consideró terminado recién en 1979, por lo que al momento de su entrada den servicio en 1980 el avión estaba completamente obsoleto, siendo incapaz de mantener la paridad con los cazas soviéticos y norteamericanos más modernos.


Shenyang J-8II with armament
"72166 Rojo" es un J-8II fotografiado con toda la variedad de misiles aire-aire que podía lanzar este caza. Se puede ve un PL-8 (pilón subalar en la punta del ala), PL-5 (pilón cercano al fuselaje) y PL-11 (en el suelo). Este último fue desarrollado a partir del Selenia Aspide italiano.
Fuente: Sinodefence.


Inmediatamente, se inició el desarrollo de una versión mejorada denominada J-8II (código OTAN: Finback B) bajo la dirección del ingeniero Gu Songfen. Los ingenieros tomaron ideas de cazas contemporáneos como el MiG-23 y el McDonnell Douglas F-4 Phantom II, lo que los llevó a rediseñar el 70% de la célula de la aeronave especialmente la sección delantera dónde se abandonó la toma de aire anular, heredada del J-7, por una nueva nariz sólida que alojaba un radar monopulso Tipo 208 de 21.6 nmi (40 km) de alcance.

Las tomas de aire fueron movidas a los laterales de la cabina siendo de sección rectangular con rampas móviles de incidencia variable y una aleta ventral plegable. Se puede especular que estas características fueron copiadas directamente del MiG-23, del cual China había recibido varios ejemplares de Egipto. La planta motriz también fue revisada, reemplazando los dos turborreactores WP-7A por los más potentes Wopen WP-13A-II de 9,599 lbf (42.7 kN) de empuje en seco cada uno.

"El rendimiento del J-8II, tanto en su alcance subsónico como supersónico, supera al caza MiG-23 de la Unión Soviética. En comparación con los cazas occidentales, el J-8II es claramente superior al F-16 estadounidense y al Mirage 2000 francés en alcance supersónico; mientras que a alta velocidad subsónica, el J-8II no iguala su maniobrabilidad". Dijo Songfen en una entrevista, agregando que el principal defecto del caza chino era su aviónica y sus misiles los cuales eran menos sofisticados que los de sus rivales.

La PLAAF estaba de acuerdo con la conclusión del diseñador. El J-8II con su ala delta de baja relación de aspecto era ideal para volar a velocidades supersónicas, pero palidecía frente a los "dogfighters" de los 80. La única manera de mejorar la efectividad en combate del J-8II era mejorando su aviónica y misiles y para ello se iba a necesitar tecnología del extranjero. Por suerte, la marea de la Guerra Fría había cambiado y había alguien dispuesto a ayudar.

Un aliado poco probable

En la partida de ajedrez geopolítica de mediados de la década de 1980, los Estados Unidos y la República Popular China tenían en la URSS un formidable enemigo en común por lo que el dicho "Enemigo de mi enemigo es mi amigo" aplicaba de manera perfecta a esta situación.

Gracias a esta alianza de conveniencia, China obtuvo acceso a los proveedores de aviónica y motores estadounidenses. Esta maniobra estratégica de la administración Reagan buscaba revalorizar las capacidades militares de China para convertirla en un contrapeso a la influencia soviética en Asia.

El primer beneficiario de este nuevo acuerdo sería el J-7, dando origen al Super 7 desarrollado en conjunto con Grumman. Pero esto era un programa de exportación, la PLAAF y el gobierno chino querían aprovechar esta nueva coyuntura para mejorar su principal interceptor, el J-8II.

China y los EEUU formalizaron, el 30 de octubre de 1986, una Carta de Acuerdo (Letter of Agreemen o LOA por sus siglas en inglés) para poner en marcha un programa de modernización para el J-8II de gran envergadura que será conocido como "Peace Pearl" en EEUU y "Proyecto 82" en China.

Con un presupuesto de U$S 500 millones (casi U$S 1,480 millones actualmente) financiados enteramente por la via Foreign Military Sales (FMS por sus siglas), se entregaría a China un kit de actualización para el J-8II que contenía:

  • Una variante del radar de pulso Doppler Westinghouse AN/APG-66, utilizado en el F-16. 
  • Un sistema de navegación inercial (INS) Litton LN-39.
  • Un moderno HUD similar al del F-16.
  • Una pantalla multifunción (MFD)
  • Una nueva computadora de control de tiro con bus 1553B.
50 kits serían entregados, junto con cinco adicionales como fuentes de repuestos los cuales serían instalados en China, mientras que Grumman actuaría como el principal contratista e integrador de sistemas en los EEUU.

La nueva aviónica haría del J-8II un caza bastante interesante. Con el AN/APG-66, el J-8II podría detectar blancos a una distancia de 35 nmi (65 km), mientras que podría seguir blancos a 25 nmi (46 km), duplicando las capacidades del Tipo 208 original, al mismo tiempo que agregaba la capacidad "lookdown/shootdown" siendo menos sensible al "clutter" terrestre por lo que podía detectar a los bombarderos soviéticos volando a baja altitud a una distancia de 20 nmi (37 km). 
Por su parte, el HUD, INS y la computadora de control de tiro con bus 1553B estaban totalmente ausentes en el avión original. 


Shenyang J-8II Anechoic chamber in Grumman, Calverton
Uno de los J-8II enviados a los EEUU siendo evaluado en la cámara anecoica en las instalaciones de Grumman en Calverton, Long Island. Una delegación de 40 ingenieros chinos llegaron a trabajar en estas instalaciones durante "Peace Pearl".
Fuente: Grumman vía Cradle of Aviation Museum.



En paralelo a estas adquisiciones, China buscaba adquirir nuevos misiles para aprovechar las capacidades BVR (Beyond Visual Range o Más Allá del Alcance Visual) del nuevo radar. Para ello adquirió, por un contrato separado, el misil italiano Aspide fabricado por Selenia. Esencialmente, un derivado del misil estadounidense AIM-7E Sparrow, el Aspide con capacidad todo-aspecto fue diseñado para destruir blancos que vuelan tanto a gran como a muy baja altitud a un alcance efectivo de 21 nmi (40 km). 
(Nota del autor: 90 ejemplares del Aspide Mk.I fueron finalmente adquiridos en 1986 y entregados entre 1987 y 1991, siendo utilizados como base para desarrollar el PL-11)

Shenyang era muy consciente que junto con la aviónica, los motores de producción china eran un serio lastre para el J-8II. Los WP-7 que equiparon a los primeros J-8A tenían poco empuje, mal consumo de combustible y sufrían de una limitada vida útil, requiriendo la primera inspección a las 300 horas de vuelo, tras lo cual conseguía 300 horas adicionales hasta ser descartado. Si bien los WP-13A-II eran una mejora, no dejaban de estar basados en tecnología soviética de los 60 por lo que palidecían frente a los motores occidentales en cuanto a su potencia y durabilidad.

China le hizo saber a EEUU que quería motores nuevos para su interceptor, específicamente el turbofán General Electric F404 de 11.000 lbf (48,9 kN) de empuje sin postquemador y 17.700 lbf (78,7 kN) con postquemador. 

Los ingenieros chinos habían establecido contactos con sus pares en GE llegando a la conclusión que este motor era el más adecuado aumentando la relación empuje/peso a casi 2, junto con un consumo específico de combustible mucho más básico; mejoraba la performance del caza en todos los aspectos como tasa de ascenso, velocidad final y maniobrabilidad. Además, su diseño compacto y ligero lo hacía muy fácil de instalar en la célula del J-8II con modificaciones mínimas. 

Sin embargo, los EEUU eran reticentes a autorizar la exportación de un motor tan avanzando a China por lo que los ingenieros de Shenyang evaluaron otras posibilidades como el Pratt & Whitney F117, un derivado de menor empuje del F100; o bien el GE J79-GE-J1E producido bajo licencia en Israel para ser utilizado en el IAI Kfir.

Para China, conseguir la tecnología de motores era casi, o más, importante que la propia aviónica ya que esta era un área donde su capacidad técnica estaba muy alejada de Occidente. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo quedando fuera del programa "Peace Pearl".

Mientras el gobierno y los ingenieros chinos presentaban su lista de compras, EEUU temía que su participación en "Peace Pearl" afectara sus relaciones con TaiwánLa modernización del J-8II se consideraba una amenaza directa al equilibrio de poder aéreo en el Estrecho de Taiwán, ya que la nueva aviónica estadounidense le otorgaría una capacidad de combate en detrimento de los cazas F-5E taiwaneses. Asimismo, Washington temía que el éxito del programa justificara a Taiwán para exigir la venta de armamento más avanzado (como misiles AIM-7F, Patriot o cazas F-16/F-20), obligándolo a intensificar su apoyo militar para compensar la transferencia tecnológica a China.

Sin embargo, se consideraba que la ventaja china no sería total, ya que el desarrollo e introducción al servicio activo del Indigenous Defense Fighter (el futuro AIDC F-CK-1 Ching-kuo) por parte de Taiwán compensaría gran parte cualquier ganancia obtenida del "Peace Pearl".

Extraños en una tierra extraña

Durante 1986, llegó a la Base Aérea de Wright Patterson una caja con una maqueta a escala natural del J-8II seguida unos meses más tarde por una delegación técnica china que serviría de enlace con los estadounidenses. 

Grumman se encontró con numerosos obstáculos al momento de cumplir con sus obligaciones contractuales. Para empezar, la información técnica provista por los chinos era, en el mejor caso, incompleta sumado al hecho que había frecuentes cambios en el diseño que dificultaban su trabajo. A pesar de todo, el desarrollo continuó llegando el punto en que era necesario contar con células de J-8II para la integración de los equipos.

La USAF organizó el traslado de las aeronaves desde China en enero de 1989 enviando un equipo técnico las instalaciones de Shenyang para evaluar las condiciones del aeródromo para recibir un Lockheed C-5B Galaxy; asesorando a los técnicos chinos sobre como embalar y proteger eficazmente las aeronaves y el equipo asociado, optimizando el espacio de carga del avión de transporte. 

Finalmente en marzo, dos J-8II (registros "0001 Rojo" y "11207 Rojo") llegaron desmontados en tres secciones a territorio estadounidense. Las aeronaves fueron ensamblados y almacenados en la Base Aérea Edwards desde donde se realizarían las pruebas de vuelo; mientras que la gestión del proyecto y el trabajo de ingeniería se realizaba en las instalaciones de Grumman en Bethpage, Nueva York. Se esperaba que el trabajo de desarrollo concluyera en febrero de 1991 y que la entrega de los kits se completara en enero de 1995.


J-8II nose and cockpit section mockup
Junto con dos ejemplares funcionales, los chinos enviaron una sección de la nariz y cabina del J-8II para ser utilizada como modelo a escala natural. Actualmente se conserva en el Combat Air Museum en Topeka, Kansas.
Fuente: Combat Air Museum.


Todo parecía avanzar en la dirección correcta, cuando un acontecimiento fuera del control del programa detuvo todo de forma abrupta. El 4 junio de 1989, el mundo vio a través de las pantallas de televisión como la milicia china reprimía a los manifestantes en la Plaza de Tiananmén. Esta imagen provocó un profundo cambio de parecer en Washington sobre su relación con Pekín. La administración de George H. W. Bush determinó suspender todas los contratos de exportación de equipo militar a China como represalia por las violaciones de derechos humanos.

Como consecuencia, cuarenta ciudadanos chinos que estaban trabajando en Bethpage fueron expulsados. Sin embargo, en octubre de ese mismo año, a veinticinco de esos ingenieros chinos se les permitió regresar, uniéndose a 180 empleados de Grumman para continuar el desarrollo, pendiente la fase de exportación de los equipos a una revisión de la política de EEUU hacia China.

En respuesta a las sanciones, China interrumpió temporalmente los pagos al fondo fiduciario del programa. Grumman había realizado pruebas en tierra y estaba a unos cinco meses de iniciar los ensayos en vuelo cuando las autoridades chinas anunciaron, en abril de 1990, cancelar unilateralmente el programa "Peace Pearl", alegando que la suspensión había provocado incrementos de costes inaceptables, tirando 32 meses de trabajo y U$S 245 millones (más de U$S 607 millones actualmente) a la basura. 

Si bien parece una acción punitiva de parte de los chinos, hay que considerar dos factores. El primero es que EEUU no garantizaba la autorización para exportar los kits en vista del veto presidencial vigente y el segundo factor es que la situación económica de China se había deteriorado desde el inicio del programa. 

Quedaba resolver que hacer con los J-8II. Inicialmente, Estados Unidos se negó a devolverlos los dos J-8II a China debido al veto vigente. Finalmente, en febrero de 1992, se autorizó el envío y los dos cazas fueron despachados por vía marítima.

Tras la retirada de los EEUU, China buscó a Israel como socio tecnológico para mejorar el J-8, de la misma manera que lo haría con el A-50I; dando lugar a mediados de la década de los 90 con el J-8III o J-8C que integraba un radar EL/M-2034, sonda de reabastecimiento en vuelo, nueva aviónica y los nuevos motores WP-14. Si bien un ejemplar fue modificado, la falta de disponibilidad de los motores WP-14 terminó cancelando el proyecto. 

Al momento de escribir este posteo alrededor de 40 J-8F/H aún se encuentran en servicio con la PLAAF en proceso de ser reemplazados.

¿Hubiera valido la pena?

El programa de actualización del J-8II, mediante la integración de aviónica occidental y misiles Aspide a través del programa "Peace Pearl", prometía un salto tecnológico monumental para PLAAF convirtiendo un caza interceptor con soluciones técnicas "vintage" de los 60, en un formidable caza multirol todotiempo de los 80.

El radar AN/APG-66 habría sido un verdadero punto de inflexión, ofreciendo a China su primera capacidad de ataque "lookdown/shutdown" duplicando efectivamente su alcance de detección y la eficiencia de sus patrullas de combate. Sin embargo, estas capacidades prometedoras se vieron atenuadas por una realidad estratégica crucial. En un informe desclasificado de la CIA, se consideró que el J-8II, incluso "totalmente occidentalizado", no estaría a la altura de cazas soviéticos de cuarta generación como el MiG-29 Fulcrum y el Su-27 Flanker. La agencia definió que, en el mejor de los casos, este caza sería un avión de transición hacia un sistema de armas más capaz.

En última instancia, el impacto más duradero de la historia del F-8II no reside en sus especificaciones técnicas, sino en el fracaso de Peace Pearl. La cancelación del programa tras los acontecimientos de 1989 cerró la puerta a la integración masiva de equipo militar occidental y empujó a China de vuelta a Rusia, lo que llevó directamente a la compra de cazas Su-27 durante el ocaso de la Unión Soviética, para más tarde producirlos bajo licencia como el J-11.

Lo que es más importante, este revés geopolítico catalizó una campaña implacable, impulsada por el gobierno chino, en pos de la autosuficiencia tecnológica total derivando directamente en los actuales Chengdu J-10 y J-20. Por lo tanto, la historia del J-8II y "Peace Pearl" no es solo sobre un programa de modernización de interceptor de la Guerra Fría, es el prólogo del poder aéreo moderno de China.


J-8II "0001 Red" in China Aviation Museum
"0001 Rojo" se encuentra preservado en el Chinese Aviation Museum en Pekín. La fotografía fue tomada en 2011 y actualmente el avión luce una librera totalmente blanca con las insignias nacionales. "11207 Rojo" está preservado en el museo de la Shenyang Aircraft Corporation (SAC).
Fuente: Flavio Mucia (AMB Brescia) vía Wikimedia Commons.


Fuentes:

  • Directory of Intelligence. (Diciembre, 1986). China's New Westernized F-8 Fighter: US Role and Implications for Regional Air Balance. An Intelligence Assessment. Central Intelligence Agency.
    Disponible en: https://www.cia.gov/readingroom/docs/CIA-RDP04T00794R000200940001-4.pdf
  • Redacción. (Diciembre 11, 1989). "Peace Pearl" Avionics Work. Aviation Week and Space Technology. Vol.?(?).
  • Yawei, W. (Marzo 30, 1990). Special Essays for the 40th Anniversary of the Revolution: The Chief Designer Discusses the F-8 II and Future Fighter Planes. FTD-ID(RS)T-1296-89. (Trad. Leo Kanner Associates). Foreign Technology Division, Wright-Patterson Air Force Base. (Texto original publicado en Mayo 1989. Guoji Hangkong. Vol.?(5). p. 6-8). 
  • History Office. Splendid Vision, Unswerving Purpose - Developing Air Power for the United States Air Force During the First Century of Powered Flight. Wright-Patterson Air Force Base, Ohio: History Office, Aeronautical Systems Center, Air Force Materiel Command, 2002.
  • Yefim, G. y Komissarov, D. Chinese Aircraft. China's Aviation Industry since 1951. Manchester, Reino Unido: Hikoki Publications Ltd, 2008.
  • Webmaster (2008). Shenyang Aircraft F-8II Front Fuselage & Nose Exhibit. Combat Air Museum. 
    Disponible en: https://www.combatairmuseum.org/exhibits/shenyang.html
  • Saunders, P. C. y Wiseman, J. K. Buy, Build, or Steal: China’s Quest for Advanced Military Aviation Technologies. Washington D.C; EEUU: National Defense University,Institute for National Strategic Studies, 2011.
    Disponible en: https://apps.dtic.mil/sti/pdfs/ADA577394.pdf

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