La Segunda Guerra Mundial fue un periodo de grandes avances en la tecnología aeronáutica. Mientras las potencias beligerantes centraban sus esfuerzos en desarrollar cazas cada vez más sofisticados para obtener una ventaja en el frente, países neutrales como Suiza se veían obligados a modernizar sus fuerzas aéreas para garantizar su seguridad.
En este contexto surgió el Doflug D-3802, basado en el Morane-Saulnier MS.450 francés, el D-3802 fue una respuesta a esta necesidad de la Confederación Helvética de contar con un caza moderno y eficaz capaz de mantener a la guerra lejos de sus fronteras.