Ilustración artística de un Renard R.36 sobrevolando la campiña belga en una mañana de otoño. Realizado digitalmente y con IA por No Barrel Rolls. |
Al declararse neutral, Bélgica intentó ser arrastrada a la Segunda Guerra Mundial; al mismo tiempo que mantenía un ojo vigilante en lo que pasaba en sus fronteras. Sin esperar a que un nuevo conflicto en Europa encontrase a sus FFAA poco preparadas, comenzó un programa de rearme poniendo atención en su fuerza aérea (Belgische Luchtmacht en holandés, Force aérienne belge en francés).
En la punta de lanza de este programa se encontraba uno de los diseñadores más prestigiosos del país, Alfred Renard quien propuso una serie de cazas diseñados para ser la nueva punta de lanza de la Fuerza Aérea Belga, los Renard R.36/37/38 y 40 a los cuales les dedicamos la entrada de hoy.