El 6 de octubre de 1951, en plena Guerra de Corea, el Subteniente Bill N. Garret se encontraba en la cabina de su F-86A (49-1319) regresando de una patrulla de combate cuando fue atacado por una sección de MiG-15. Los disparos habían dejado fuera de servicio su asiento eyectable, por lo que Garret debió aterrizar de emergencia en una marisma, siendo rescatado poco después. Se intentó destruir la aeronave desde el aire para evitar que cayese en manos enemigas, pero la marea rápidamente tapó el avión accidentado.
Parecía que la historia de 49-1319 terminaba en las arenas de Corea del Norte; pero esto era solo el principio ya que tras ser rescatada y trasladada a Moscú esta célula será el puntapié del esfuerzo soviético por copiar al F-86.