A inicios de la década de los 60, la industria aeronáutica británica estaba a la vanguardia y nada ejemplificaba esto mejor que el programa TSR.2 y los progresos en aeronaves de despegue y aterrizaje vertical o VTOL.
El primer vuelo del Hawker Siddeley P.1127, demostró que esta tecnología no solo era válida desde un punto de vista técnico, si no que también tenía aplicaciones prácticas como el avión de transporte táctico Armstrong Whitworth AW.681; y un caza VTOL supersónico, el Hawker P.1154 al cual le dedicamos la entrada del día de hoy.